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La corrida de toros es una fiesta[1] en la que se corren o lidian toros bravos, a pie o a caballo (rejoneo), en un recinto cerrado para tal fin, la plaza de toros.[2]
Los actos que la comprenden se denominan lidia y consisten en realizar por parte de los toreros —matadores de toros, banderilleros, picadores y subalternos— una serie de acciones denominadas suertes; estas acciones se desarrollan desde que el toro sale del toril hasta que se produce el arrastre. Al conjunto de suertes realizadas en la plaza se le denomina lidiar o torear, siendo el toreo el arte o habilidad de lidiar.[2][3]
Se desconoce el momento y el lugar preciso en el que se empiezan a correr los toros, las referencias documentales y artísticas de las mismas datan del siglo XI en Ávila donde se corrieron toros para celebrar una boda, y del siglo XIII en Zamora donde hubo una plaza para celebrar festejos taurinos según se describe en el Fuero de Zamora. Las corridas de toros como espectáculo moderno a pie, tuvieron su origen en España a finales del siglo XVIII.[4][5][6]
En una corrida de toros se lidian seis toros bravos o de lidia y participan en la misma los toreros junto con sus respectivas cuadrillas compuestas por banderilleros y picadores, en el caso de la lidia a pie, o por auxiliares cuando la lidia es de rejoneo. El ordenamiento jurídico de las mismas se rige por una serie de normas establecidas por ley en el Reglamento de Espectáculos Taurinos. En él se establecen, entre otras medidas, la de garantizar: la integridad de los toros, su trapío y edad, el indulto del mismo con el fin de mejorar las ganaderías; los derechos y deberes de los espectadores, las características de los útiles de torear o asegurar el nivel profesional de los toreros que intervienen en las corridas de toros, para ello todos los toreros tienen la obligación de estar inscritos en el Registro de Profesionales Taurinos gestionado por el Ministerio del Interior. La autoridad competente para garantizar el buen desarrollo y el cumplimiento del Reglamento de Espectáculos Taurinos en las corridas de toros es el presidente de la plaza, este cargo recae sobre el Gobernador Civil provincial o sobre el Delegado del Gobierno según el caso, quien puede delegar en un funcionario de la escala superior o de la ejecutiva del Cuerpo Nacional de Policía con potestad sancionadora.[7][8][9]
Además de en España, las corridas de toros se celebran también en Portugal,[10] en el sur de Francia donde están toleradas;[11] en diversos países de Hispanoamérica como México, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.[12] En Uruguay las corridas de toros se celebraron hasta 1913[13][14] y en California (Estados Unidos).[15]
El 23 de octubre de 2004 se celebró la primera corrida de toros de Asia en Shanghái, con anuncios de corridas en Chongqing y en Pekín, y más de 13 millones de chinos siguen las corridas de toros españolas por televisión.[16][17]
Siguiendo la obra Los toros (El Cossío) del historiador taurino José María de Cossío, las corridas taurinas se clasifican, entre otros tipos, en corridas de toros, novilladas y becerradas según sea la categoría de los lidiadores y la edad y el trapío de la res.[5] En las corridas de toros la res lidiada, macho, tiene entre cuatro años cumplidos hasta un máximo de seis años y es obligatorio que el torero haya tomado la alternativa como matador de toros. Respecto a las novilladas existen dos categorías: las novilladas picadas en las que los novillos tienen entre tres y cuatro años, en las cuales los novilleros deben tener un mínimo de festejos acreditados en el registro profesional taurino, y las novilladas sin picadores donde la edad del novillo se sitúa entre los dos y tres años. Respecto a las becerradas, se lidian becerros machos de menos de dos años por profesionales, aficionados o cuadrillas jóvenes que aspiran a ser toreros siempre bajo la dirección y responsabilidad de un matador de toros o de novillos con picadores. Las becerradas no se consideran por la tauromaquia como lidia de toros en sí, sino que se destinan a otro tipo de festejos. Las corridas de novillos al igual que las de toros pueden desarrollarse a pie o a caballo (rejoneo).[7][18][2]Cuando se combinan diferentes disciplinas como el toreo a pie o de rejones, o alternan matadores de toros con novilleros en un mismo festejo, estos reciben el nombre de corridas mixtas.[19]